18/Dec/2004

EL MITO RESUENA EN LAS OBRAS QUE MARGARITA CHECA EXPONE ACTUALMENTE EN LA GALERÍA LUCÍA PUENTE

Con piezas que se han expuesto recientemente en el Molaa (Museum of Latín American Art) de California, Margarita Checa presenta lo más reciente de su trabajo: “Las puertas de la percepción”. El nombre, que remite inevitablemente a la célebre obra de AldousHuxley, resulta incitante. La exploración de las posibilidades que ofrece la percepción constituye un motivo que se puede seguir en múltiples direcciones. El que ha escogido Margarita Checa, sin embargo, dista mucho del que podrían esperar aquellos que identifican demasiado pronto la frase de Huxleycon la psicodelia de “TheDoors”. La percepción, en este caso, antes que se una apertura a experiencias nuevas es un proceso por medio del cual la artista y el espectador, si la sigue, profundiza en lo que ya conoce.

Lo que uno encuentra en la galería es un conjunto de esculturas de hermosa y delicada factura, unas en bronce, pero la mayoría en madera de olivo, una que la artista prefiere porque al ser trabajada revela una textura muy parecida a la de la piel. Y es que de piel están hechos sus personajes, sean niños con colibríes en las manos, echados sobre otorongos o navegando en una barquita sobre aguas imaginarias (¿rápidas y diáfanas o calmas y profundas?) o sean adultos de gran estatura, espaldas abiertas hasta lasvértebras o hieráticas figuras con las puertas de la percepción enormes planchas de madera decoradas con cacho de toro- entreabiertas, enfrente.

Esa pieza, que da nombre a la serie, marca con claridad el modo en que Margarita asume esta apertura de la percepción: el personaje tiene ambas puertas ante sí, entreabiertas, y es a través del resquicio que dejan que podemos ver el símbolo de la serpiente en su pecho. Y es que, para Margarita, “el simbolismo de la serpiente siempre ha sido especial: cambia la piel, tal como nosotros cambiamos durante nuestra vida. “La serpiente cambia su piel como la luna su sombra, precisamente para poder renacer”, esa frase alude al renacer y morir perpetuo en cada persona”, dice.

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