23/Oct/1989

Estampa de Mujer

Las estatuas de Margarita Checa Asumen los inventos escultóricos desde el Perú Precolombino hasta el pasado Occidental

La exposición de Margarita Checa en la galería Camino Brent constituye la propuesta mas lograda que haya realizado una de nuestras mas destacadas escultoras. En ella se aprecia como el camino recorrido en la presenta década ha logrado consolidar y dar frutos personales a través de vías propias en las que ella asume los inventos escultóricos desde el Perú precolombino hasta el pasado occidental. Con estos conocimientos ella se dedica a crear cuerpos solidos y , simultáneamente penetrables a través de oquedades internas que se inician desde el exterior dela espalda.

Para una persona ajena a la trayectoria de Margarita Checa, el conjunto podría constituir una ruptura y una nueva dinámica que la conduce hacia un despojamiento de la belleza accesoria , para concentrarse en el orden corporal¡. Sin embargo para quienes han seguido su carrera, se puede apreciar que en su trabajo actual, se mantiene fiel a sus dos premisas teóricas, la ubicación de la mujer en el mundo contemporáneo , y la investigación, o quizás la intuición de las culturas precedentes, y a través de ambas vertientes , la identificación espiritual con el universo femenino.

Las preocupaciones de Margarita Checa dan por resultado piezas de formas esquemáticas, cuerpos escultóricos de una sensualidad frontal en los cuales el moqueteado no hace mas que incidir en la sumaria, eficiente descripción de la naturaleza. Pero toda hipotética opulencia se enfrenta con un encuentro de concavidades, con esa espina dorsal que permite al espectador comunicarse con el interior e estos seres. Es una síntesis equilibrada entre lo real y lo imaginario en un conjunto de piezas que revelan las posibles tensiones de volver objetivo al mundo interior.

Margarita Checa siempre se ha orientado a la creación de formas que expresan una relación entre los volúmenes cerrados de los cuerpos y el espacio circundante. Un encuentro con el espectador que se enfrenta  a personajes estáticos cuyo dinamismo proviene de las formas dadas por la escultura. Hoy Margarita Checa transforma la espiritualidad de antaño  en formas rituales, la metafísica cede paso a una contundencia de la madera, y toda la solidez de la masa se orienta a las metáforas de la femineidad. La mujer aquí se yergue triunfal, aun en los casos mas enigmáticos, pues el hombre, en su serenidad, esta caracterizado por una flacidez que termina por volver secundaria la virilidad.

Puede ser que la selección del material haya marcado el cambio, aparentemente radical en la obra de Checa

Del mármol iniciático al bronce o a la cera, ella había transitado un camino caracterizado por una tortuosa y maleable flexibilidad, por una rugosa superficie y por una patina oscura que acentuaba el drama que ella representaba en cada pieza. Ciertamente , el dibujo y la pintura no estaban exentos de su preocupación central. En sus lienzos ,la agilidad en los trazos definían a una excelente dibujante y con la densidad del pigmento en sus pinturas formaba un solido conjunto que expresaba una preocupación pocas veces tan consecuente dentro de nuestra plástica.

Ahora la idea Persiste, pero se ha modificado la visión. Hay otras tensiones, una nueva profundidad por descubrir.

Por primera vez, después de mucho tiempo, en las piezas de Margarita Checa reaparece la sensualidad, la invitación al tacto se vuelve incontenible y otros estímulos, mas allá de los visuales, hacen que estos cuerpos puedan relacionarse no solo con la cultura previa de cada espectador o con sus experiencias vitales, sino también con sus sentidos. Y este hecho, unido al considerable dominio de sus recursos plásticos, permite confirmar que Margarita Checa constituye una de las artistas de consideración en nuestra plástica.

Critica de Luis Lama revista Caretas

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